En el proceso de forjado intente no machacar demasiado el lomo de la lima para que se viera las marcas. El problema fue con la hoja. En un principio no estaba muy seguro de como arreglar los boquetes que toda buena escofina tiene. Pero al final a base de golpes fui machacando los salientes contra la hoja. Ahí es donde bauticé el cuchillo, me recordó las escamas de los peces (escama = escata en valenciano).
La empuñadura, no es muy original, ni era mi intención. Una hoja así merece un cabo mas o menos clásico.
Guardamanos de cobre, separadores de cuero y maderas de olivo, iroco y olivo. Con espiga remachada en pomo de cobre.
La hoja esta destemplada para poder trabajar sin que se rompa. Luego forjada la espiga. Finalmente se baja la punta y los filos a lo bruto hasta un grosor de unos 2mm o menos.
Después hay que lijar la hoja para igualar los golpes y rebajar el filo. Para volver a templar sin calentar demasiado. A la pregunta de cuanto... hay que probar, ni mucho ni poco, mas o menos un naranja. Aunque depende de la luz que tengas... etc. Este salio bien. Normalmente 1 de cada 3 o 4 suele cascar con una fisura o algo.
En fin un buen y solido cuchillo con unos 5 mm en el lomo, un peso medio y un filo muy bueno.
Un saludo a todos menos a uno.
3 comentarios:
¡Con una escofina! Impresionante, me encanta.
Quedó excelente, me encanta como queda la forma de la hoja con el diseño del mango. Saludos
Hola, si una escofina! creo que le da un toque especial a la hoja.
La forma de la hoja es ligeramente curvada debido a que no quería marcar el lomo del cuchillo dando golpes en la forja.
El diseño del mango es mas bien clásico, sin nada del otro mundo. La sección es mas o menos triangular con los cantos redondeados.
Un saludo
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